04 DICIEMBRE, 2025
El presidente ruso, Vladímir Putin, debió de ordenar el ataque con el agente nervioso Novichok contra el agente doble ruso Serguéi Skripal en 2018, un acto “asombrosamente imprudente” que provocó la muerte de una mujer inocente, según ha concluido este jueves una investigación pública británica.
Skripal fue hallado junto a su hija Yulia inconsciente y desplomado sobre un banco público de la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, en marzo de 2018, después de que le aplicaran Novichok en la manilla de la puerta principal de su casa.
Unos cuatro meses después, Dawn Sturgess, de 44 años y madre de tres hijos, murió por exposición al veneno después de que su pareja encontrara un frasco de perfume falsificado que los espías rusos habían utilizado para introducir de contrabando el agente nervioso de grado militar en el país, según la investigación.
Los Skripal y un agente de policía que acudió a la casa de la familia quedaron gravemente enfermos por sus efectos, pero se recuperaron.
En sus conclusiones, el presidente de la investigación, el exjuez del Tribunal Supremo de Reino Unido Anthony Hughes, dijo que estaba seguro de que un equipo de oficiales de inteligencia militar del GRU había llevado a cabo el intento de asesinato de Skripal, que vendió secretos rusos a Reino Unido y se trasladó allí tras un intercambio de espías en 2010.
Los Skripal y un agente de policía que acudió a la casa de la familia quedaron gravemente enfermos por sus efectos, pero se recuperaron.
En sus conclusiones, el presidente de la investigación, el exjuez del Tribunal Supremo de Reino Unido Anthony Hughes, dijo que estaba seguro de que un equipo de oficiales de inteligencia militar del GRU había llevado a cabo el intento de asesinato de Skripal, que vendió secretos rusos a Reino Unido y se trasladó allí tras un intercambio de espías en 2010.
Rusia siempre ha negado cualquier implicación, tachando las acusaciones de propaganda antirrusa. La embajada rusa en Londres no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
Hughes dijo que las acciones “asombrosamente imprudentes” significaban que los supuestos asesinos, sus superiores del GRU y quienes autorizaron el ataque, hasta el propio Putin, tenían responsabilidad moral de la muerte de Sturgess.
Aunque Putin había calificado previamente a Skripal de traidor, la investigación dijo que no había nada que indicara que el agente doble hubiera estado en peligro inminente.
La investigación concluyó que se habían producido fallos en la gestión de Skripal como agente doble, pero no llegó a la conclusión de que el ataque hubiera podido evitarse sin tomar las drásticas medidas de seguridad de ocultarle por completo con una nueva identidad y sin contacto con su familia, algo que él mismo no quería.
El informe del jueves es la segunda gran investigación que culpa a Putin de ataques en suelo británico contra sus supuestos enemigos.

